jueves, 19 de septiembre de 2013

Nace un salvador

Cada dia nace un nuevo salvador. Ese Dios que todos esperamos, que va a lograr la igualdad entre los humanos, la paz y la buena voluntad. Creyentes o no creyentes todos sentimos miedo a la hora de la muerte, por eso la respetamos y tratamos de alejarnos de ella. Por qué un creyente tiene miedo de morir? Porque no está cien porciento convencido de su religión. Por eso \"dudan\" y \"por las dudas\" se mantienen lejos de cualquier peligro.

O dudan tal vez de sus propios actos. Pasaré la prueba de buena conducta en la vida?

Lo cierto es que nos entristece cuando alguien muere porque no estamos seguros si se encuentra mejor o peor. O si se encuentra. Como será? Habrá un paraiso? Será mi paraiso el mismo que quieren otros? Y si no hay... que hay? Porque no estamos a costumbrados a ver \"la nada\". Manejamos el concepto de la nada, pero no llegamos a comprenderlo. Un vacio y nada. Pero nuestra mente se niega a pensar en la nada. Aunque no sepamos que va a pasar, sabemos que nada se destruye mas todo cambia de forma. Pasaremos a unirnos a otra sección de la tierra.

Pero como defensa al no saber preferimos no indagar en el tema. Quizas porque sabemos que tarde o temprano nos va a pasar. Y es cuando estamos por morir que pensamos en todo lo que debimos haber dicho y no dijimos, en todo lo que debimos haber hecho y no hicimos. En lo poco que importan en realidad los horarios, las cuotas atrasadas o quien salió campeón. Cuantas cosas cambiaríamos en una segunda oportunidad. Dormiriamos sin horarios, comeriamos solo cuando tendriamos ganas, hariamos el amor todas las veces que el cuerpo lo pida y tendriamos todo el tiempo del mundo para jugar, crear, en fin: vivir.

Cada dia nace un salvador, pero a este lo vamos adaptando de chico a nuestra forma de vida. Lo hacemos dormir y comer segun un horario. Nuestro pequeño ser insiste en mostrarnos lo lindo que es vivir sin horarios, pero nosotros lo engañamos con cuentos para que crezca pensando que el final es feliz. Y sabemos que no es así (o no sabemos), pero queremos que el crea que si.

Poco a poco nuestro salvador se va adaptando (muchas veces a golpes) a formar parte de esta sociedad de inconformes. Que nos molesta que algunos puedan hacer cosas que nosotros no. Que etiquetamos a la gente segun nuestra perspectiva sin entender que tambien somos una etiqueta para alguien. O que a veces fingimos conformamos con lo que nos tocó, pero que en realidad daríamos todo por ser diferentes.

Y es que en realidad estamos vacios desde el dia que llegamos a comprender que toda nuestra vida es una gigantesca farsa. Si logramos superar el shock de la noticia, comenzaremos a intentar recuperar el tiempo perdido (\"ese niño que todos llevamos dentro\"). Pero esto no siempre sucede y por lo general vivimos creyendo que todo lo que hacemos está bien. Es que dentro de las reglas que inventaron los que quieren vivir de los demas, la libertad no existe. O si existe es limitada. Y una libertad limitada no es libertad. Pronto el ex-salvador quedará listo para continuar el ciclo humano y hacer perdurar el concepto de sociedad, para que los nuevos salvadores pierdan sus fuerzas cada vez mas rápido, y pasen a regirse por las reglas que permiten que unos pocos disfruten con la exclavitud de unos cuantos.


Dedicado a la memoria de Hugo Diaz, que desde ayer legó su cuerpo a la tierra y su alma al universo.
Hoy quiero creer que es así.


Carlos Giurleo
Noviembre 2002

No hay comentarios.:

Publicar un comentario